En un escenario internacional marcado por tensiones comerciales, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha demostrado una habilidad notable para navegar las complejidades de la relación con Estados Unidos y su presidente, Donald Trump. A pesar de las amenazas arancelarias del mandatario estadounidense, Sheinbaum ha logrado mantener a México en una posición favorable, evitando mayores repercusiones para la economía nacional.
Una Diplomacia Estratégica
Sheinbaum ha mantenido un diálogo constante y respetuoso con la administración estadounidense, enfocándose en la colaboración en temas clave como migración y seguridad. Este enfoque ha sido fundamental para que México obtenga un «trato preferencial» en las políticas arancelarias de Estados Unidos.
El Plan México: Fortaleciendo la Economía Nacional
Ante la incertidumbre comercial, el gobierno mexicano ha implementado el «Plan México», una estrategia integral para fortalecer la producción nacional y reducir la dependencia de importaciones. Este plan incluye incentivos para la producción local y medidas para aumentar el contenido regional en las exportaciones, buscando mitigar el impacto de las políticas comerciales de Estados Unidos.
Inversiones Estratégicas
La presidenta ha logrado atraer inversiones significativas, como la de Grupo Modelo, que anunció una inversión de 3.600 millones de dólares en México entre 2025 y 2027. Estas inversiones no solo fortalecen la economía, sino que también envían un mensaje claro de confianza en el país, incluso en medio de las tensiones comerciales.
Sectores Económicos Protegidos
Gracias a las negociaciones y al mantenimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), varios sectores económicos clave han evitado nuevos gravámenes. Estos incluyen la industria agroalimentaria, manufacturas de artículos electrónicos, industria eléctrica, industria química, vestido y calzado, dispositivos médicos y farmacéuticas, y maquinaria y equipo.
Conclusión
Claudia Sheinbaum ha demostrado que es posible enfrentar las políticas agresivas de Trump con una combinación de firmeza, estrategia y diplomacia. Su enfoque ha evitado una escalada en la guerra comercial y ha protegido los intereses de México, mostrando que, en el juego de los aranceles, la inteligencia y la estrategia pueden prevalecer sobre la confrontación directa.
