En un país donde el asfalto se ha convertido en terreno fértil para la delincuencia organizada, el gobierno federal ha lanzado una ofensiva sin precedentes: la Estrategia «Balam». Este plan, implementado desde octubre de 2024, busca reducir el robo de vehículos de carga en las carreteras mexicanas, un delito que afecta gravemente a la economía y seguridad nacional.
Un despliegue táctico en 12 estados
La Estrategia «Balam» se centra en 12 estados y 22 tramos carreteros que concentran el 80% de los robos de carga en el país. Estos estados incluyen Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Veracruz.
El comandante de la Guardia Nacional, Hernán Cortés Hernández, informó que en los primeros siete meses de implementación, la estrategia ha logrado una reducción del 28% en el robo de vehículos de carga y un incremento del 24% en la recuperación de unidades robadas.
Tecnología y fuerza: los pilares de «Balam»
El operativo cuenta con un despliegue de 1,241 efectivos de la Guardia Nacional, 532 vehículos, 37 drones, 4 helicópteros, 2 aeronaves no tripuladas y 23 células de investigación. Estas fuerzas operan en los tramos carreteros identificados como de alta incidencia delictiva, realizando patrullajes, operativos de reacción inmediata y labores de inteligencia.
Además, se ha implementado el Plan de Operaciones «Río Frío», un refuerzo específico en la autopista México-Puebla, una de las más afectadas por este delito. Este plan incluye 164 efectivos adicionales, 36 vehículos, 2 aeronaves no tripuladas y 6 células de investigación.
Resultados tangibles y desafíos persistentes
Los resultados iniciales de la Estrategia «Balam» son prometedores, con una disminución significativa en los robos de carga y una mayor recuperación de vehículos. Sin embargo, el desafío persiste, ya que la delincuencia organizada continúa adaptándose y buscando nuevas formas de operar.
La implementación de esta estrategia demuestra un compromiso del gobierno federal por enfrentar este delito de manera integral, combinando tecnología, inteligencia y fuerza operativa. La colaboración entre autoridades federales, estatales y municipales será clave para consolidar estos avances y garantizar la seguridad en las carreteras mexicanas.
La Estrategia «Balam» representa un paso firme hacia la recuperación de la seguridad en las rutas de transporte del país, protegiendo no solo a los transportistas, sino también a la economía nacional que depende de este vital sector.