En un país donde la figura de la «primera dama» ha sido tradicionalmente sinónimo de presencia constante al lado del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller ha marcado una diferencia notable. Desde el inicio del mandato de Andrés Manuel López Obrador, Gutiérrez Müller ha dejado claro que su papel no se ajustaría a los moldes establecidos.
🏡 Decisiones personales y familiares
Una de las decisiones más comentadas fue su elección de no mudarse con López Obrador a su finca en Palenque, Chiapas, tras concluir su sexenio. La razón principal: su compromiso con la educación de su hijo, Jesús Ernesto. «Yo no lo puedo hacer porque tengo un hijo que es menor de edad, tiene que ir a la escuela. Me queda un trabajo importante con Jesús Ernesto, tengo que apoyarlo, estar con él», declaró Gutiérrez Müller en una de las últimas conferencias matutinas del expresidente.
Esta decisión, lejos de indicar una separación, refleja una dinámica familiar basada en el respeto a las necesidades individuales y familiares. López Obrador ha reiterado en múltiples ocasiones que su relación con Gutiérrez Müller es sólida y basada en el amor y la comprensión mutua.
🇪🇸 La solicitud de nacionalidad española y las críticas
Recientemente, Gutiérrez Müller ha estado en el centro de la controversia por su solicitud de nacionalidad española. Según informes del diario español ABC, la historiadora inició formalmente el trámite para obtener la nacionalidad, con el objetivo de realizar actividades académicas en Europa.
Esta decisión ha generado críticas, especialmente considerando que durante el sexenio de su esposo, Gutiérrez Müller apoyó que México exigiera una disculpa a España por los abusos cometidos durante la época de la Conquista. La aparente contradicción entre sus acciones pasadas y su solicitud actual ha sido objeto de debate en medios y redes sociales.
📚 Una figura pública con voz propia
Desde el inicio de la administración de López Obrador, Gutiérrez Müller ha dejado claro que no desea ser llamada «primera dama», prefiriendo ser reconocida por su trabajo como escritora, historiadora y académica. Esta postura ha sido coherente con su rechazo a los roles tradicionales asignados a las esposas de los presidentes en México.
En su libro «Feminismo silencioso», Gutiérrez Müller reflexiona sobre los desafíos de la vida pública y su decisión de mantener una identidad propia, separada de la figura presidencial. «Cuando no se encuentra acomodo, divorciarse es una buena decisión», escribe, en un contexto que va más allá de lo matrimonial y se adentra en la necesidad de autonomía personal.