Sheinbaum fortalece lazos con el sector empresarial mientras la oposición se debilita en su apoyo.

En los últimos días, la falta de coordinación entre el Partido Acción Nacional (PAN) y los empresarios ha quedado en evidencia, especialmente tras la reunión que sostuvo Claudia Sheinbaum, aspirante presidencial de Morena, con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE). En dicho encuentro, el organismo empresarial dio un respaldo claro a los planes de inversión promovidos por Sheinbaum, lo que ha generado preocupación entre diversos actores de la oposición.

Pese a la relevancia que este tipo de alianzas podrían tener en un contexto preelectoral, el PAN y el resto de la oposición se han mantenido distantes de los empresarios de renombre. Este alejamiento resulta significativo, ya que en elecciones anteriores, las relaciones entre el sector empresarial y los partidos opositores al gobierno en turno han sido cruciales para articular estrategias conjuntas, sobre todo en temas económicos y de inversión.

De acuerdo con fuentes cercanas a Político MX, algunos panistas han notado la ausencia de esfuerzos coordinados con estos grupos empresariales. Tras la elección interna de candidatos, la oposición no ha logrado materializar apoyos concretos por parte de los grandes capitales, una situación que parece haberse agravado con el reciente espaldarazo del CCE a los planes de Morena.

En los pasillos del PAN, según se comenta, no ha habido discusiones formales sobre cómo vincularse con las demandas de los organismos empresariales o si existen empresarios interesados en impulsar temas específicos de la agenda legislativa panista. Esta falta de conexión podría limitar la capacidad de la oposición para ganar tracción en temas económicos y de desarrollo, puntos clave para competir frente a un partido gobernante que ha sabido mantener relaciones estables con el sector privado.

Mientras tanto, Morena sigue acumulando apoyos estratégicos en sectores clave, lo que refuerza la posición de Sheinbaum de cara al proceso electoral de 2024. El desafío para la oposición no solo radica en consolidar su proyecto político, sino en atraer nuevamente a los actores económicos que, en otros momentos, fueron fundamentales para generar un contrapeso real ante el poder oficialista.

El panorama sigue siendo incierto para la oposición, y queda por ver si logrará corregir el rumbo en su relación con el empresariado o si seguirá perdiendo terreno en este frente crucial de cara a los próximos comicios.

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